Con la responsabilidad de poner la firma en el mundo digitalizado
Carlos Dossetti (h) es el CEO de Encode, la primera certificadora privada de firma digital en el país. Con más del 90% del mercado, la empresa da un salto con más herramientas para brindar seguridad jurídica.
Cuando se habla de firma digital en Argentina, enseguida surge el nombre de Encode, la licenciadora privada más grande del país nacida en Córdoba y que está presente en nueve de cada 10 operaciones de ese tipo.
El año pasado, la empresa fundada por los contadores Carlos Dossetti y José Vidal concretó el recambio generacional. Asumió como presidente y CEO Carlos Dossetti (hijo), quien encara el desafío de transformar a la compañía en una tecnológica que hace software a medida, siempre en el rubro de la seguridad informática.
“Yo me formé con mi padre y con José, en mis 20 años de profesión. Es una continuidad con los mismos valores y a los que aporté mi visión”, dice.
–¿Cómo llegó un estudio de contadores a convertirse en una software factory (desarrolladora para terceros)?
–Nació de una idea alocada de mi papá. Nosotros somos contadores especialistas tributarios y teníamos una empresa con una herramienta tecnológica para fiscalizar aportes y contribuciones. Él tuvo la idea de dar seguridad jurídica a nuestros documentos y, con algunos informáticos que trabajaban con nosotros, se puso a investigar sobre la firma digital.
–¿Cuándo fue eso?
–En 2008, comenzamos a averiguar sobre el tema, fuimos a Buenos Aires y nos miraban raro, sobre todo porque éramos una pequeña empresa del interior. Pero perseveramos y, en 2012, contra todo pronóstico, fuimos los primeros certificadores licenciados privados del país. También estaban Afip y Anses, pero ellos lo usaban para algunos trámites muy puntuales. Y Afip ya dejó de ser certificador licenciado.
–Les llevó su tiempo.
–Fueron cuatro años en los que hicimos todo un camino, con viajes permanentes a Buenos Aires para presentar las políticas y los temas técnicos al organismo de control, hasta que nos dieron la licencia. Hoy, casi 10 años después, seguimos siendo líderes, con más del 90 por ciento del mercado, que tiene cuatro certificadores privados.
–¿Cómo lograron ese posicionamiento?
–Fue muy difícil, se nos complicó al principio decir que nuestra base de operaciones estaba totalmente en Córdoba. Hoy tenemos puntos en todo el país, pero acá tenemos el 90 por ciento de nuestra base de desarrollo. Lo logramos porque fuimos los primeros que “evangelizamos” en firma digital; dimos más de 200 charlas en todo el país. Además, un tema clave es que nuestros técnicos y recursos humanos son muy especializados y conciben todos los productos a partir de la firma digital.
–¿Qué otros productos?
–Nosotros somos pioneros en aplicaciones relacionadas con la firma digital. La firma es una herramienta tecnológica y jurídica, pero siempre se necesitan aplicaciones para su uso y es ahí donde nosotros entramos. Esa es la otra parte de Encode, el desarrollo de productos que permitan usar la firma digital.
–¿Por eso la idea de ser una software factory?
–Esto fue surgiendo porque las empresas muchas veces nos pedían que les armáramos productos específicos. Así, desde el año pasado, además de ser certificadores licenciados, buscamos convertirnos en una empresa de desarrollo de productos a medida de las empresas, para que tengan en alguna parte del proceso soluciones de firma digital y de blockchain.
–¿Ya están utilizando blockchain?
–Sí, es en cierto modo algo más sencillo que la firma digital, porque esta, además de seguridad en general, brinda seguridad jurídica, pero no todos los procesos necesitan firma. Aplicamos blockchain, procesos de identificación, prueba de vida o lo que la organización requiera.
–¿Cómo planean crecer?
–Todo va a depender de los recursos humanos. Hoy, entre empleos directos e indirectos tenemos más de 300 personas. Podemos incorporar 100 más en 2022, pero dependerá de la disponibilidad. Por eso, el año que viene vamos a lanzar junto con Quality Isad una tecnicatura de tres años en desarrollo de software, con título oficial. Va a ser gratuito para los estudiantes y les va a garantizar su salida laboral en nuestra empresa o en otras.
–¿Los recursos técnicos son hoy el principal escollo?
–Sí, es muy complicado. Necesitamos que Córdoba se nutra de estos recursos para poder crecer. Incluso pensamos, si todo ayuda, crear una residencia para estudiantes del interior. Tenemos más de 20 o 30 proyectos, pero los vamos realizando en función de que podamos tener los recursos humanos. Querríamos llegar a 400 empleados en 2022.
–Este año tuvieron hitos importantes, ¿cuáles fueron?
–Desde este año, somos la única empresa de firma digital que puede alojar el certificado “en la nube”. Hoy tenemos 500 mil certificados de firma digital emitidos. Pero con la nube, tenemos una proyección de poder incorporar 1,5 millones de certificados más para 2023. Además, el crecimiento irá de la mano del desarrollo de otros productos para las empresas.
–¿De 500 mil pasarían a dos millones?
–Así es. Es por tener la posibilidad de emitir los certificados en la nube y por otro hito importante. A principios de diciembre, Encode acaba de obtener la habilitación de la nueva política que permite los sellos de competencia. Hace pocos días, se publicó la resolución de la Subsecretaría de Innovación Pública, que depende de Jefatura de Gabinete, la autoridad de aplicación.
–¿Cuál es la importancia de estos sellos de competencia?
–Permite que yo, como profesional, por ejemplo, no sólo pueda usar la firma digital como persona física, sino también como contador matriculado, avalado por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas (CPCE) de Córdoba. Es decir, al certificado de persona física le incorporo un atributo: ser contador público. Es un beneficio tanto para los consejos como para terceros usuarios. El Consejo va a tener el gobierno de la matrícula porque son los que ponen el sello de competencia, y el tercero va a estar seguro de que firma un contador porque no puedo hacerlo si no estoy habilitado por el colegio respectivo.
–¿Cómo lo incorporarán en la práctica?
–Es muy reciente y estamos realizando acuerdos con los colegios profesionales. Esto va a permitir que los colegios masifiquen la firma digital y realmente tengan un control sobre la matrícula. También una organización puede dar atributos a un jefe de compra, de área. Pero lo más usado mundialmente es en el ámbito profesional.
–¿Ya existía en el país?
–No, nosotros somos los primeros porque es una regulación a partir de una resolución que salió hace pocos meses. Nosotros, tecnológicamente, ya estamos preparados porque en 2014 se trató de legislar; nos convocaron, hicimos el desarrollo, pero con los cambios del organigrama se frenó y recién ahora se puso en marcha.
–En pandemia lanzaron la asamblea digital. ¿Qué otros productos tienen?
–Muchos, tenemos 32 productos en total. Lo más fuerte eran los recibos de sueldo digitales y ahora son los contratos digitales. Además, tenemos una bandeja de documentos, un sistema para la documentación laboral, otro para intercambio de documentación de proveedores, receta digital, la gestión de salud ambulatoria.
–¿Sus clientes son empresas?
–Hoy, nuestro target son empresas, desde pequeñas hasta grandes. Pero los sellos de competencia y el certificado en la nube van a permitir que se masifique el uso. Y va a cambiar el esquema, con un costo bajísimo o nulo del certificado y el cobro por el uso, y la posibilidad de firmar desde cualquier dispositivo, como un celular. La idea es mantener nuestro ADN de ‘despapelización’ y cumplir con los compromisos de convertirnos en empresa carbono neutral.
Fuente: La Voz